ATM FONOESTOMATOLOGÍA

De difícil tratamiento
El síndrome de ATM afecta sobre todo a mujeres de entre 20 y 40 años. El estrés, la ansiedad y la tensión nerviosa son factores directamente implicados tanto en la predisposición como en el inicio y la persistencia de la enfermedad. La etiología reúne además otros factores como maloclusión (cierre defectuoso de los dientes superiores sobre los inferiores), presión en la mandíbula, bruxismo, trastornos de la personalidad, sensibilidad al dolor o ansiedad. En la mayoría de casos, es más de un factor el que provoca la enfermedad. En los últimos años, los expertos también han apuntado la importancia de los factores psicológicos.
A finales de 2005, el Instituto Nacional para la Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR) de EE.UU. inició un estudio de siete años de seguimiento, el OPPERA, con el objetivo de identificar los factores de riesgo de desarrollo del síndrome. El estudio engloba a voluntarios que aún no sufren a enfermedad, y están tratando de esclarecer tanto factores físicos como psicológicos y genéticos. En el caso de los factores genéticos, OPPERA se está centrando especialmente en las variantes de un gen conocido como COMT (catecolamina-O-metiltransferasa) y que se ha relacionado directamente con la aparición de la enfermedad.
Las terapias simples y suaves son el primer tratamiento. Cuando no funciona se recomienda el uso de protectores bucales o tratamientos más agresivos como la ortodoncia. La cirugía se reserva generalmente como un último recurso. De la misma manera, los medicamentos relajantes musculares, como los antiinflamatorios no esteroides (AINES), pueden ayudar a reducir la inflamación de la articulación. Antes de la cirugía, se recurre también a terapias de cuidados más caseros, como masajes fuertes en la zona afectada (evitando el área de la garganta) durante varias veces al día; calor húmedo o compresas frías en la cara; suplementos vitamínicos o biorregulación (no útil para todas las personas); y la práctica del ejercicio varias veces a la semana para relajarse, fortalecer el cuerpo, incrementar la flexibilidad y aumentar la capacidad para manejar el dolor.
IMPORTANTE FACTOR DE RIESGO

El bruxismo es un factor de riesgo importante en el desarrollo del síndrome de la articulación temporomandibular. Se trata de la acción inconsciente e incesante de rechinar o apretar los dientes de forma intensa. Una de cada tres personas sufre esta dolencia de manera habitual. Los especialistas aseguran, asimismo, que todos la hemos padecido alguna vez. Los principales síntomas son dolor de cabeza, facial, de espalda y de cuello, dientes sensibles al frío o al calor, fracturas en las piezas dentales, muelas planas, alteraciones en el esmalte dental o heridas en las encías, entre otros.
Puede ocurrir durante cualquier momento del día, pero el bruxismo relacionado con el sueño es el que puede provocar mayores problemas debido a la falta de control. Generalmente se había relacionado el bruxismo nocturno al estrés o a la maloclusión. Un estudio canadiense reciente publicado en la revista "Chest" añade ahora otro posible motivo: podría tratarse de una reacción intensa del cuerpo, aunque natural, ante lo que los investigadores llaman "microdespertares".
Los microdespertares se producen de 10 a 15 veces por hora se sueño. Durante los mismos se produce un aumento del ritmo respiratorio entre tres y diez segundos. El estudio canadiense comprobó que, segundos antes de producirse cada microdespertar, se apretaban los dientes como preparación del organismo para adaptarse a los cambios que supone el hecho de dormir, en este caso una respiración intensa.

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